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Amontona leña debajo de ella
    para que hierva bien el agua
    y los huesos queden bien cocidos.

»Por lo tanto el Señor DIOS dice:
¡Ay de Jerusalén, ciudad sanguinaria!
    ¡Ay de esa olla oxidada cuyas manchas no se pueden quitar!
Saca todos los pedazos de carne,
    pero no se los des a nadie.
Todavía tenía sangre en ella.
    Derramaron la sangre en la piedra del altar
en vez de derramarla en el suelo
    y cubrirla con polvo,[a]
    como lo indica la ley.

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Footnotes

  1. 24:7 sangre […] con polvo La ley de Moisés enseña que el que mate a un animal para que le sirva de alimento, debe derramar la sangre del animal en el suelo y cubrirla con polvo. Esto era una indicación de que la vida del animal se daba de regreso a Dios. Ver Lv 17:1 y Dt 12:1-25. Si la sangre no se cubría con polvo, entonces se consideraba que la sangre era un testigo contra el que mató el animal. Ver Gn 4:10, Job 15:18 e Is 26:21.